El Eurocentrismo

Gretchen Hewitt
Estudiante RI

A lo largo de la historia de la humanidad, las personas como seres sociales se han agrupado sea en clanes, tribus, reinos, imperios, o Estados; a su vez, éstos se han desarrollado de distintas maneras, no obstante, compartiendo ciertos patrones de conducta propios de una sola especie, estos grupos gozan de diversas estructuras sociales, creencias, alimentación adaptadas a sus necesidades y geografía.
Sin embargo, un conjunto de dichos grupos situados al norte de Europa, se han autoproclamado “centro de la civilización” haciendo una simple división de la humanidad civilizados y bárbaros, ésto para legitimar la agresión contra quienes deberían ser civilizados, en otras palabras justificar sus miles de invasiones, matanzas y saqueos al resto de población mundial, esta tendencia se denomina Eurocentrismo.
Esta visión etnocentrista ha influenciado trágicamente la historia universal excluyendo capítulos enteros de la historia de complejas civilizaciones; otorgándoles así una falsa imagen de retraso y decadencia. Muchas veces para lograr esto, aportes positivamente valorizados, algunos como lo son la ciencia y filosofía acreditados a Grecia, y la urbanización a Roma mientras en Egipto ya se practicaba la cirugía y existían complejas ciudades alrededor del mundo.
Normalmente a los conocimientos externos a Europa se les adjudica una naturaleza mítica e irracional. Otro concepto influenciado por una visión eurocentrista es la estética blanco=bien, negro=mal; concediendo a la imagen del hombre blanco, la belleza y pureza asociándolo directamente con las representaciones de los dioses Helénicos (creados por ellos mismos), entretanto al hombre negro la barbarie y el horror alimentada por la imagen de las máscaras africanas que de acuerdo a su simbología representan el mundo de los espíritus, un castigo; nuevamente Europa muestra su enfoque monopolista restrictivo de la civilización. De aquí el nacimiento de múltiples estereotipos de los que somos presa “el resto del mundo”.
Por consiguiente, ese eurocentrismo dogmático que aún sigue vigente, se relaciona con conceptos fieles a tal visión: el concepto de la entrada de los pueblos extra europeos en la historia y el papel del contacto como agente de la Historia. Así, se considera el despertar y la apertura de los países a la cultura europea o de forma general “occidental” como un avance hacia el progreso y sobre todo hacia la civilización. Esto busca dar por un hecho la inferioridad de las otras razas y civilizaciones, evidenciar su atraso respecto a la revolución industrial, al estado liberal o el capitalismo es decir a lo que se considera como la evolución normal e inevitable de todos los pueblos. (el evolucionismo social).